jueves, 28 de octubre de 2010
Página web muy chula.
Mis compañeros de programación web están realizando una página web, en el que está el juego del tres en raya. Si quieres ver la pagina, pulse aquí.
jueves, 14 de octubre de 2010
OJO POR OJO, DIENTE POR DIENTE
Quizás lo que voy a exponer en este artículo sea duro, y de hecho lo es. Como la mente nunca está quieta te hace pensar muchas cosas, y a veces pensamientos que no corresponde a tu forma de ser ni a tu carácter.
Este proceder no puede ni estará nunca justificado. Lo que te hace actuar así es la complejidad en que se ha envuelto este mundo, que ha sobrepasado todos los límites aceptables de la razón. Es injustificado el grado de deterioro que tiene el planeta, sin que se le vea una salida paulatina a sus males. Es fácil saber quien tiene la llave para ir solucionando los graves problemas del planeta, pero los que de verdad tienen esa facultad que son los Gobiernos hacen oídos sordos, y miran a otro lado sin ningún pudor diciendo para sus adentros que, ¡a mí no me concierne! ¡Claro!, como ellos no están en primera línea de fuego, que apechuguen otros, pero es muy fácil decirlo y así se sacuden el polvo, pero nadie tiene la valentía de levantar la voz, y decir: ¡basta ya! y coger el toro por los cuernos.
Cuando se dice equivocadamente, ¡hay que ver este mundo!, esta afirmación no es exacta, pues el mundo de por sí no hace nada, sino los seres que poblamos la tierra, que no se dan cuenta o no quieren darse cuenta del gran error de no ponerse de acuerdo en estos momentos tan críticos.
Viendo tanta barbarie sobre la tierra –provocada por el hombre-, uno piensa mal, e inmediatamente, salta con tal rabia y te viene a la mente: ¡pues le debería pasar lo mismo!, pero luego de la frustración de no poder hacer nada, viene la calma, y te dice a tí mismo: “no debería haber dicho eso”. Frase tan a la mano “es una barbaridad”, “hay que reconocerlo”, pero cuando tú ves tanta gente que esta sufriendo sin saber por qué, y sobre todo los niños, te vienen esos pensamientos sin remediarlos.
Hay que movilizarse ya, pero para eso hay que cambiar la mente humana, hacerla menos egoísta, -“ojo”, hay muchísima gente sana, que solo quiere el bien, afortunadamente-, que se ayuden mutumente, y así empezar a notarse el cambio en el planeta.
José Manuel Pérez Braña
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